La familia de Ángel Garza, persona trans de 34 años, continúa su búsqueda desesperada tras su desaparición ocurrida el pasado 12 de julio. Ángel fue visto por última vez en la Plaza La Purísima, luego de asistir a un festival en el Parque Fundidora. Desde ese momento, no se ha tenido contacto con él, y sus familiares temen por su integridad, especialmente por su estado de salud mental, ya que padece trastorno límite de la personalidad y requiere medicación psiquiátrica constante.
De acuerdo con su hermana Rocío Garza, fue el mismo domingo por la mañana cuando Ángel subió una historia en Instagram donde se le veía sentado en una banca de la Plaza La Purísima. Desde entonces, no se ha reportado actividad en sus redes ni llamadas. Su hermana ha lanzado un llamado urgente a la comunidad para apoyar en su localización, difundiendo fotografías y detalles de su aspecto físico y vestimenta, así como los teléfonos para compartir cualquier información.
La denuncia ciudadana creció tras los primeros días de inacción por parte de las autoridades. Fue hasta el miércoles, cuatro días después de su desaparición, que la Agencia Estatal de Investigaciones emitió una ficha oficial de búsqueda. Rocío ha denunciado que incluso en la ficha oficial hay errores y que ha recibido comentarios poco empáticos por parte de funcionarios. A pesar de ello, insiste en seguir alzando la voz para encontrar a su hermano.
Última vez visto en La Purísima
Según el testimonio de su hermana, la última señal que se tuvo de Ángel Garza fue el domingo 13 de julio a las 7 de la mañana. En ese momento, subió una historia a Instagram donde aparecía sentado solo en una banca ubicada en Plaza La Purísima.
La familia señala que, contrario a lo publicado en la ficha oficial de búsqueda, Ángel no fue visto por última vez en San Nicolás, sino en el centro de la ciudad, lo cual es clave para orientar correctamente la búsqueda. De hecho, familiares, amistades y voluntarios se reunieron en dicha plaza días después para distribuir volantes y solicitar ayuda de los transeúntes.
También ha trascendido que personas cercanas al joven lo vieron más tarde ese día cerca de la estación del Metro Félix U. Gómez. Su hermana considera que Ángel podría estar desorientado, intentando regresar a casa. Debido a su tratamiento médico, aún se encuentra en una etapa de prueba y error con los medicamentos, lo cual aumenta la urgencia del caso.
Ángel Garza necesita medicación urgente
Uno de los factores más críticos en la desaparición de Ángel Garza es su salud mental. Su hermana ha declarado que Ángel padece trastorno límite de la personalidad, también conocido como TLP. Se trata de un padecimiento que requiere atención médica continua y una estricta supervisión del tratamiento psiquiátrico.
Antes de desaparecer, Ángel estaba en una fase de ajuste con su medicación, bajo prescripción de especialistas del IMSS en la Clínica 25. Su hermana ha explicado que este proceso de estabilización era delicado y que la interrupción de su medicación puede generar desorientación, ansiedad y otros riesgos.
En entrevistas recientes, Rocío ha relatado que personas lo vieron con aspecto nervioso o preocupado, lo cual coincide con las posibles reacciones que puede presentar una persona con este diagnóstico cuando está sin tratamiento adecuado. Por eso, ha hecho hincapié en que cada hora cuenta y en que la salud de Ángel puede deteriorarse si no recibe ayuda pronto.
Así puedes identificar a Ángel Garza
La ficha oficial de búsqueda emitida por la Fiscalía General de Justicia proporciona detalles precisos sobre la apariencia de Ángel Garza, los cuales podrían ser fundamentales para su localización.
Ángel mide aproximadamente 1.74 metros, es de complexión delgada, tiene tez morena clara, y su cabello es corto, mitad rubio y mitad castaño oscuro. Sus ojos son café oscuro y su rostro presenta marcas visibles de acné en las mejillas.
Entre sus señas particulares, destacan varios tatuajes: en la mano derecha, un corazón con dos ojos negros; en la cadera, un elefante; en la pierna izquierda, una abeja vista desde arriba; en el tobillo izquierdo, un ancla azul; y en la nuca, una polilla.
El día de su desaparición, vestía camisa azul marino de manga corta con estampado de palmeras, hojas, islas y flores verde olivo. Llevaba también un short azul marino y sandalias negras. Su hermana ha pedido a la ciudadanía que, en caso de ver a alguien con estas características, no dude en reportarlo de inmediato.
Para dar información, puedes comunicarte a los teléfonos 8120204411, 8119903873 o 8123415934, este último número es directamente de su hermana Rocío.
¿Quieres saber más sobre el tema? Lee el siguiente artículo.
El caso de Ángel Garza refleja no solo el dolor de una familia, sino también la lentitud con la que las autoridades han reaccionado ante su desaparición. Su hermana Rocío ha enfrentado una serie de obstáculos institucionales, desde errores en la ficha oficial hasta recomendaciones para no hacer pública la búsqueda. Sin embargo, su convicción no ha cedido.
A través de redes sociales y con el respaldo de amigos y activistas, Rocío sigue difundiendo la información, convencida de que su hermano puede ser localizado con el apoyo de la comunidad. “Tengo fe”, repite, incluso cuando la incertidumbre se vuelve más difícil con el paso de los días.
Casos como este ponen en evidencia la necesidad de protocolos más eficaces y empáticos para atender desapariciones, especialmente de personas en situación de vulnerabilidad. También nos recuerdan la importancia de la solidaridad colectiva cuando la vida de alguien está en riesgo.
